Formación de la cultura andina: Los Inkas
lunes, 24 de noviembre de 2014
lunes, 17 de noviembre de 2014
Descripción de la estructura social andina
Sociología y Cultura Andina
Descripción
de la estructura social andina
La estructura social andina hace
referencia al sistema de relaciones que existe entre individuos de una sociedad,[1] el cual, como organización
social tuvo que estar guiada por normas y valores. Actualmente, la estructura
social andina conforma una población con una determinada organización y una
tecnología, que vive y se desarrolla en un medio ambiente, que además interactúan
por las redes de la estructura, usando cualquier soporte cultural como:
lenguaje, arte, religión, recreación, deporte, tradiciones, etc., completando su
identidad y mejorando su entendimiento mutuo.
Teniendo en cuenta esta definición, la
estructura social andina tiene como referente básico el modelo socioeconómico
que utilizaron en el incanato, incluso en su fase de mayor expansión, lo cual
parece haber tenido como meta máxima el garantizar una eficiente producción del
sustento. El hecho de que las élites tuvieran privilegios en el incanato y aún
antes (como sucede en todos los tiempos y sociedades), no desmiente el hecho
evidente de su función social dinamizadora del desarrollo productivo.
No fue en el brillo exterior de las
riquezas que se tuvo, como por ejemplo en las del Señor de Sipán, ni en
movimientos arquitectónicos soberbios como Machu Picchu, ni tampoco en la variedad
del territorio conquistado. La respuesta se encuentra en su prodigiosa organización
social, enfrentando la insuficiente producción motivada por la adversidad de la
naturaleza que caracteriza al territorio. Es por ello que se debe reflexionar
sobre los factores básicos que permitieron entender en toda su complejidad y
magnitud, el curso cultural del Perú Antiguo y sus orígenes.
Luis Guillermo Lumbreras (1972, 1990 y
2000) y José Canziani (1989) han desarrollado estudios sobre la interpretación
del proceso civilizatorio, al emprender problemas como el de la aparición de
las clases sociales y del surgimiento de formas embrionarias de autoridad
política bajo lineamientos propuestos para Europa por Marx y Engels en el siglo
XIX.
El modelo de interpretación del
proceso histórico refiere que cada civilización surge de condiciones originales,
íntimamente vinculadas a las condiciones de su territorio, preponderando el
singular esfuerzo de los antiguos peruanos en aprovechar los espacios fértiles
del tan variado y agreste territorio que les tocó ocupar.
Por otro lado, Michael E. Moseley explica que la gestación de la civilización
peruana se produjo por la excepcional riqueza de la fauna marina, la cual
habría proporcionado un aumento poblacional que a su vez dio paso a una cada
vez más compleja organización social y por ende a una jerarquización, lo que
condujo a una economía agraria cada vez más tecnificada.
La sociedad Inka, se
basó en la estratificación o jerarquización de las clases sociales,
considerando una estructura piramidal vertical, pero donde existía un sentido
horizontal de trato, conforme las características amplias de los vínculos
dentro del AYLLU.
[1] A finales del siglo XIX se hacía mención a los
términos de: “comunidad íntima” y “asociación impersonal”, para explicar las
relaciones que vinculan a miembros de una determinada comunidad, inclusive aunque
éstos no se encuentren en ningún momento en contacto directo.
jueves, 13 de noviembre de 2014
La dialéctica en el proceso de formación del hombre andino y europeo
El
proceso de desarrollo andino
Luego del
proceso inmigratorio hacia nuestro continente y el consecuente establecimiento
en el territorio andino, el hombre ha tenido que pasar por diversas etapas,
diferenciadas entre ellas por el sistema de producción de alimentos: nomadismo
andino, desarrollo agrícola incipiente y agricultura más sofisticada (lítico y
arcaico: inferior, medio y superior). Con esta última, iniciaría su desarrollo
de manera más compleja al sumar en sus actividades múltiples herramientas que
le ayudarán en su difícil trayectoria de adaptación, donde la religiosidad asumirá
un papel muy significativo. [1]
Fueron
condicionantes de este proceso de formación, el territorio (diverso y con pocos
suelos cultivables), las catástrofes climáticas o fenómenos naturales, el crecimiento
demográfico, lo cual impulsarán en el poblador andino el ingenio suficiente,
haciendo que su espíritu inventivo se agudice para superar esas limitaciones,
todo con el imperioso objetivo de cubrir sus necesidades.
Entonces,
tuvieron que elaborar técnicas diversas como el desarrollo de andenerías (para
aprovechar los espacios cultivables y evitar la erosión de los cerros), obras
de ingeniería hidráulica, sistemas de canalización, acueductos, muros de
contención, utilización de abonos, entre otros, para poder asegurar el sustento
de la población de aquella época. Pero, esta prosperidad conduciría a un
incremento poblacional que no estaría prevista en lo planificado, por lo que devendría
en la fragilidad de la sobrevivencia, teniendo que recurrir nuevamente a un
mejoramiento de todas aquellas técnicas anteriores con el fin de aumentar la productividad
de los suelos, dando lugar a mayores exigencias productivas y culturales, cada
vez más eficientes. [2]
Es en esta etapa
donde la religiosidad tomará mayor presencia y realce en las determinaciones de
sus actividades y cubrirá un vacío muy importante en un aspecto de su
pensamiento, puesto que va a definir la vida cultural y religiosa del Perú
antiguo. En este sentido, las creencias religiosas prehispánicas serán el
propósito de sus ritos, necesarios para obtener la protección de las
divinidades de la naturaleza vinculada a una adecuada producción de alimentos.
Estas divinidades relacionadas al sustento serán los dioses tutelares de la
antigüedad peruana que perdurarán por muchos milenios, por lo que el
arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig lo ha llamado “ángel atigrado” o piscoruna-pumapasimin (hombre ave con
boca atigrada) debiendo corresponder al Dios del Agua andino, el cual es
representado con algunas variaciones desde Chavín hasta el incanato.[3]
Así como Él, se gestarían otras divinidades como el sol, la luna, el rayo, la
tierra, el fuego, etc., siempre vinculados al sustento.
Es evidente que
todo el esfuerzo realizado por aquellos primeros pobladores en su proceso de formación
cultural, hace notar que los múltiples condicionamientos o limitaciones que
tuvo a lo largo del proceso histórico peruano, debió acrecentar su ingenio e impulsar
su desarrollo. Estas limitaciones debieron convertirse en retos cada vez más
superables, teniendo la urgente necesidad de abarcar mayores espacios
territoriales posibles, lo cual generó una circunstancia de interrelación política,
social, económica y religiosa en pro de que aquellas poblaciones lograsen sus
objetivos comunes a lo largo de toda su dinámica de subsistencia. [4]
Entonces, la
labor del sacerdote andino tendría considerable trascendencia, siendo el nexo
entre las divinidades (principalmente de la astronomía) y los hombres, para proveer
de recursos y técnicas a la actividad agrícola, la cual debido a su importancia
en la sostenibilidad poblacional sería la base económica. Es por ello que, de la
sabiduría del sacerdote dependería toda prosperidad, tomando en cuenta de que
los factores climáticos inciden directamente en la baja productividad, por lo
que la calendarización estaría totalmente ligada con los tiempos de siembra o
cosecha. Debido a ese aspecto, es que en aquella época se considera que nadie
pudo haberse dado el lujo de ser un no creyente, porque la religiosidad era determinante
en todos los aspectos de su vida, puesto que la naturaleza le brindaba todo, y en
respuesta había que brindarle una ofrenda por los beneficios obtenidos.
La religiosidad
comienza a tener mayor impulso en la vida del poblador andino y lo guiará a lo
largo de su trayectoria [5],
recurriendo éste a divinidades que provoquen miedo pero que a la vez los cuide
y provea de recursos; por eso, el hombre empezarán a edificar grandes
construcciones, con ese motor que implicaba más el objetivo que todo el
esfuerzo imaginado.
En todo este
transcurso, se dio también un proceso de fortalecimiento de las relaciones de
género (dualidad andina), donde se llega a establecer una dialéctica de
oposición complementaria entre el varón y la mujer, dos contrarios que conviven
en una unidad familiar que se desarrolla dentro de la amplitud de vínculos en el
ayllu. El sentido de afianzamiento sedentario generado por el conocimiento
agrícola, habría tenido un soporte de ambos componentes, porque tanto varón
como mujer compensan en sus funciones, por lo que no habría correspondido
exclusivamente a uno de ellos
La etnoarqueología
determinará la manera de cómo aquellos elementos encontrados a lo largo del
proceso de formación cultural andina, construirán un enfoque explicativo acerca
de las diferentes actividades: uso de los instrumentos, ritmo de vida,
ritualidad y cotidianidad de los pobladores en el Perú antiguo, tipo de
alimentación, ideología, etc.
El proceso de desarrollo europeo
Luego de que el
hombre ha evolucionado progresivamente y haber transcurrido desde la etapa del
Paleolítico hasta la conformación de grandes civilizaciones (utilizando en su
proceso el uso de herramientas de piedra, instrumentos a base de metales,
cerámica, elaborando construcciones, etc.), definirá su forma de vida el
desempeño de acuerdo a cada circunstancia y espacio geográfico. Es así como
surge la agricultura, la cual se habría podido desarrollar gracias a la
intuición de la mujer, pero también a su disponibilidad de tiempo porque ella
no podría ir a cazar como el varón, quien ya establecería su sentido de
liderato dentro del grupo. Entonces gracias a la agricultura, empezarían a
desarrollarse las pequeñas aldeas, las construcciones, las consiguientes
civilizaciones y el progreso llegaría por continuidad.
Por otro lado, la
fundición de metales surgirá para que las poblaciones puedan utilizarlas en elaborar
herramientas para la agricultura, luego para defenderse de otros grupos humanos
que los puedan asechar, pero también les servirá para atacar, momentos en los
cuales ya se define la propiedad privada con un sentido individualista. El
motor que implica el desarrollo agrícola y la sedentarización tendrán como gran
aliado a los metales, los que servirán para poder expandirse, producto del gran
poderío de las armas. Las guerras motivarán en cada grupo humano, el poder dominar
territorios aptos para solventar la crisis poblacional y su sustento, pero
también para poder obtener mano de obra esclava en sus colosales
construcciones.[6]
Es así que, la
guerra será el motor por la que Europa se desarrolle, puesto que cada población
debía de preocuparse por defenderse y no ser esclavizada y luego conseguir
mejores territorios, mayor hegemonía, ampliar sus fronteras y consolidarse en
un espacio donde sólo el más fuerte sobrevivía.
Aun así, la
agricultura sería un logro del sedentarismo, (trigo y cebada como primeros
productos), iniciándose más que una actividad de explotación, como una muestra
de pertenencia al territorio. Precisamente, un hallazgo en 1994 en Turquía por
el arqueólogo alemán Klaus Schmidt serviría para establecer una propuesta de
cambio en la cronología tradicional, donde están establecidas las etapas del
Paleolítico, Mesolítico y Neolítico, cada una con sus respectivas características,
de las cuales la revolución agrícola y ganadera corresponderán exclusivamente
al Neolítico. Es a partir de este gran cambio que los grupos humanos comienzan
a desarrollar grandes civilizaciones y luego imperios.
En cada paso de
evolución surgirán nuevas necesidades y también el aumento poblacional será una
constante presión, por lo que, con la agricultura se establecerá la propiedad
privada, el individualismo, la protección del grupo por medio de armas para
cuidar su propiedad, y luego también con el afán de expandirse surgirá la
necesidad de atacar a otros grupos. Ya los recursos comienzan a escasear y los
conflictos son cada vez mayores.
En un territorio
donde hay variedad de suelos, pero también muchos otros grupos humanos, se hace
cada vez más difícil sobrevivir por la misma condición de inseguridad que rige
sus vidas. El grupo humano que podía desarrollar mejores herramientas y armas,
podía permitirle un mejor sustento y seguridad a su población. Pero todos
pensarían igual, todos tendrían esa imperiosa necesidad al estar en una nueva
etapa que contempla esos nuevos condicionamientos. Es por ello que la guerra
será un determinante muy importante en el proceso de desarrollo europeo, porque
encaminaría el progresivo desarrollo en las armas, la constante inventiva militar
para no ser una población que cayera subordinada o esclavizada por otra, teniendo
que dirigir sus esfuerzos en la utilización de los metales (en sus diferentes
etapas), mejorar sus resultados y potenciar sus estrategias.
La guerra será
el motor evolutivo en Europa y posteriormente lo será la lucha de clases cuando
se establezca la dinámica comercial y el trueque sea reemplazado por la moneda.
Ahí surgirán las diferencias sociales en función a sus posesiones, política,
religiosidad, ideología, etc., ahí se generarán también antagonismos
socioculturales: las clases dominantes y los dominados, los gobernantes y
gobernados, los ricos y pobres, la élite y el pueblo, y en general, la
explotación del hombre por el hombre debido al manejo de los medios e
instrumentos de producción.
Es por todo ello
que a Europa le presiona el sistema medieval y lo limitan sus esquemas, estando
a merced del comercio y en base a rutas comerciales establecidas con Oriente y
Asia[7], y
cuando va a ser tomada Constantinopla por los turcos otomanos, las poblaciones
europeas de Occidente tendrán que buscar una nueva ruta de acceso. Con ello, la
invasión hacia otros sectores se hace inminente y toda la carga institucional
posibilitará el dominio extremo en África (Portugal) y América, donde España
asumirá una postura totalmente nueva en una circunstancia que nunca antes había
atravesado como lo era la colonización a través de la evangelización
estratégica.
Entonces, el
desarrollo por el que había atravesado Europa hasta el logro expansivo ya no
sería en base a la revolución agrícola, sino habría sido el impulso religioso,
todavía hace unos 11 mil años atrás, porque se pensaba que las tribus de
cazadores-recolectores (antes de la aparición de la agricultura: 7 000 a.C.) no
construían más que chozas, gente prehistórica que todavía no se habían
desarrollado herramientas de metal o incluso alfarería. El lugar que precisa ese
inicio de la civilización se llama Göbekli Tepe (megalitos anteriores a
Stonehenge por unos 6.000 años), y Schmidt, el arqueólogo que ha estado
trabajando ahí hace más de una década, está convencido de que este es el sitio
del templo más antiguo del mundo. De acuerdo a las características del lugar,
cada anillo encontrado tiene un diseño más o menos similar: en el centro son
dos pilares en forma de T grande de piedra rodeada de piedras ligeramente más
pequeñas hacia adentro, según Schmidt. Las torres tienen 16 pies y pesan entre
siete y diez toneladas. Entre estas torres se ve que algunas son en blanco,
mientras que otras están tallados minuciosamente: zorros, leones, escorpiones y
buitres abundan, retorciéndose y arrastrándose sobre los lados anchos de los
pilares de caliza.[8]
A la fecha, Göbekli Tepe, es la evidencia del primer santuario construido, por
lo que a raíz de los grabados se cree que esta zona era como un paraíso.[9] De
acuerdo a su función, podría ser un templo, un santuario o un centro de
peregrinación de los cazadores seminómades.[10]
Lo que sí cambia es la idea que se tiene sobre los grupos de
cazadores-recolectores de aquella época, considerados como clanes aislados.
Habría sido necesaria una organización a gran escala para construir este
conjunto megalítico, lo cual potenciaría la idea, en base a las evidencias, de
que la religión organizada pudo haber llegado antes de la aparición de la
agricultura y por consiguiente de otros aspectos civilizatorios.
Conclusiones
Está establecido
que América proviene de un proceso migratorio, pero la capacidad de adaptación
al territorio fue un logro propio, donde la religiosidad sería un respaldo a
través de las divinidades de la naturaleza (entidades visibles), diferentes al
esquema religioso europeo.
Así también de
diferente lo serán las dinámicas económicas, porque en América se hacía uso del
intercambio (desde Caral), donde no existía el sentido de lucro como cuando se
estableció la circulación monetaria en Europa y la posterior dependencia en el
comercio; con ello, el sentido de progreso estaría definido mediante el dominio
político que desencadenan las guerras que contemplaba la expansión militar mediante
la hegemonía sobre poblaciones vencidas y esclavizadas, precisando en victoria
al conseguir la muerte del jefe vencido.
En la etapa Inca
(incluso antes en el Cusco, con los Qotacalli) la expansión se dio a base de
las conquistas étnicas, motivo por el cual se mantuvo vigente muchos elementos
culturales y hasta los propios jefes vencidos fueron asimilados a escala social
de la nobleza regional.
Cada proceso de
desarrollo se establece de acuerdo al contexto social, forma de vida,
requerimientos, limitaciones, objetivos de la población y direccionalidad de su
clase dirigente en pro de satisfacer sus múltiples necesidades. Así también lo
será la religiosidad como factor importante desde el establecimiento del hombre
y su grado de conciencia.
Es por ello que,
el hallazgo de Göbekli Tepe, supone que la agricultura no fue necesariamente el
motor que impulsó a que las actividades del hombre se centraran en su
autoabastecimiento, generando más tiempo en los habitantes que ya no irían en
busca de alimentos como cazadores o recolectores, entonces podrían realizar
construcciones imponentes. Lo religioso o la conciencia de lo sagrado sería el
gestor de la civilización, de la escritura y del arte. Entonces, la
religiosidad iría luego de la mano con la agricultura para poder tener así un
respaldo en las divinidades y cuidasen de la vida de la humanidad.
BIBLIOGRAFÍA
- CAUVIN,
Jacques. Turkey: Archeological Dig Reshaping. Human History. Newsweek. US
Edition. United Stated, 2010.
- CURRY,
Andrew. “Gobekli Tepe: The World’s First Temple?” In: Smithsonian Magazine.
United Stated, 2008.
- JASTROW, J.
Historia Universal. (Traducido por V. Latorre). Editorial Labor. Barcelona,
1937.
- KAUFFMANN DOIG,
Federico. Historia y Arte del Perú Antiguo. Tomo I. Edit. PEISA, Lima, 2002.
- KLARÉN. Peter F.
Nación y sociedad en la historia del Perú. Edit. IEP. Lima, 2000.
- PIRENNE,
Jacques. Historia Universal. Desde el Renacimiento hasta la formación de los
grandes estados continentales en Europa (siglos XVI y XVII). Instituto Gallach
de Librería y Ediciones. Madrid, 1979.
- SÁNCHEZ GÓMEZ,
Julio, MIRA DELLI-ZOTTI, Guillermo y DOBADO, Rafael. La savia del imperio. Tres
estudios de economía colonial. Ediciones Universidad de Salamanca. Imprenta
Kadmos, Soc. Coop. Salamanca, 1997.
[1] Debido a la nueva dinámica agrícola es que el
poblador andino, recurrirá a la invención de la cerámica (almacenamiento
productos, traslado del agua, objetos de culto), los textiles, la orfebrería,
las pequeñas aldeas, los centros ceremoniales, la propiedad, el comercio,
desarrollando con ello altas culturas.
[2] El poblador andino, tomará en cuenta posteriormente que las áreas
de cultivo no deben ser utilizadas para viviendas, evitando así el desperdicio
de suelos y el mejor aprovechamiento de sus recursos.
[3] Kuaffmann Doig, Federico. Historia y Arte del
Perú Antiguo. Tomo I. Edit. PEISA, Lima, 2002. Pág. 36-37.
[4] Factores simultáneos de
diacronismo y sincronismo les permitirían
convivir dentro del territorio andino. El primero porque cada grupo poblacional
tendría sus propias características culturales, que en algún momento
desencadenarían conflictos; y el segundo, porque podrían interrelacionarse
dentro del mismo escenario con fines u objetivos en particular (área cultural y
área territorial respectivamente), generando posteriormente la variada herencia
cultural que poseemos.
[5] Es entonces que el sacerdote
andino tiene una enorme responsabilidad en el porvenir de las poblaciones,
porque de su función dependerá el sustento para todos, por eso es un personaje
sabio, es astrónomo y es también militar, dependiendo de las características
culturares de cada población.
[6] La religiosidad también jugará un papel muy
importante porque define su vida creyente, sus calendarios en base a los
astros, pero a la vez el aval en cuantas batallas debían afrontar.
[7] Las especias, prioritariamente harán depender a
Europa de recursos necesarios no sólo como condimentos, sino como medicamentos
y para la conservación de los alimentos. Muchos otros inventos sumamente útiles
(especialmente para la navegación) y el comercio de la seda, se convertirán en
los principales ejes de interrelación entre Europa por un lado y Medio Oriente
y Asia por el otro.
[8] CURRY,
Andrew. “Göbekli Tepe: The World’s First Temple?” In: Smithsonian Magazine.
United Stated, november 2008.
[9] De hecho, Göbekli Tepe se asienta
en el borde norte del Creciente Fértil, un arco de clima suave y tierras de
cultivo desde el Golfo Pérsico al actual Líbano, Israel, Jordania y Egipto, el
cual habría atraído a los cazadores-recolectores de África y el Levante. Schmidt
no ha encontrado pruebas de que las personas residían de forma permanente en la
cima del mismo Göbekli Tepe, que cree que se trataba de un lugar de culto en la
primera de una escala evolutiva sin precedentes, por lo que se vislumbra como
la primera catedral de la humanidad.
[10] El arqueólogo francés Jacques
Cauvin piensa que en el ser humano, en algún remoto momento, sufrió un cambio
en la conciencia que llevó a la
”revolución de símbolos”, un cambio conceptual que permite a los seres humanos imaginar dioses, seres
sobrenaturales parecidos a ellos que existen en un universo más allá del mundo
físico. Schmidt ve Göbekli Tepe como evidencia de la teoría de Cauvin, porque
comenta que “los animales eran los guardianes del mundo de los espíritus”.
domingo, 2 de noviembre de 2014
Historia de la Facultad de Letras (Ciencias Sociales - UNSAAC)
Los inicios de la Universidad Nacional de San
Antonio Abad del Cusco y la Facultad de Letras, en la memoria del gran maestro
Dr. Horacio A. Villanueva Urteaga
_________________________________________________
Por: Juan Fernando Vargas Béjar
Fue mediante el
primer Decreto Supremo del 20 de octubre de 1866, que se ordena el
establecimiento en nuestra Universidad de tres Facultades: Derecho, Ciencias y
Letras, advirtiendo en su artículo 1, que eso será “por ahora”, dejando así la
posibilidad de la creación de nuevas facultades en lo posterior.
La Facultad
de Letras constará de las siguientes asignaturas:
- Historia,
que comprende Historia general de América y el Perú, Geografía de la Historia y
estudio de las antigüedades, así como también Filosofía de la Historia
(Profesor titular, D.D. Mariano Espinoza y Dr. D. Ricardo Villa, Profesores
auxiliares, D. Juan Cornelio La Torre y D.D. Ángel Colunge).
- Literatura,
que comprendía la enseñanza de Gramática general, Literatura comparada e
Historia Crítica de la Literatura (Profesor titular y Decano de la Facultad
D.D. Pío Benigno Meza).
- Filosofía,
que comprende la Filosofía tradicional, los Fundamentos de la Religión y la
Historia de la Filosofía (Profesor titular D. José Teodosio Rozas).
Dicha
Facultad estaría dirigida por un Decano nombrado por el Gobierno. Cada Decano y
dos profesores elegidos por la Facultad formarán la Junta Directiva o Consejo
Universitaria, presidido por el Rector. De acuerdo a este Decreto, los Decanos
deberán remitir “a la brevedad posible”, el reglamento de la Facultad y la
Junta Directiva el “proyecto de reforma” de la Universidad para su aprobación.
Primeras
autoridades de la Facultad de Letras:
- Decano y
profesor de Literatura: Dr. D. Pío Benigno Meza
- Profesor de
Historia: Dr. D. Ricardo Villa
- Profesor de
Filosofía: Dr. D. Teodosio Rozas
Todas las
medidas adoptadas por el Gobierno del General Mariano Ignacio Prado Ochoa, destinadas
a la definitiva estructuración universitaria, fueron sugeridas por el Prefecto del
Cusco Dr. D. Manuel Celestino Torres, quien tenía la autorización de designar
los locales donde debían funcionar las Facultades. El Dr. Torres propuso
entonces el establecimiento de lo que entonces la gente se empeñaba en llamar
“Colegio Universitario” en el primer patio del convento de la extinguida
Compañía de Jesús, que servía entonces de cuartel.[1]
La Facultad
de Letras se vio también precisada a organizar sus estudios por años. Es así
que en la sesión de Consejo Universitario en el periodo del Rector Manuel
Antonio Zárate, del 24 de julio en 1874, quedó planificada en la siguiente
forma:
- Primer Año:
Sociología Lógica, Gramática General, Retórica e Historia Antigua.
- Segundo
Año: Moral y Metafísica, Poética, comprendiendo la Estética e Historia de la
Edad Media.
- Tercer Año:
Religión, Literatura Castellana e Historia Moderna.
- Cuarte Año:
Historia de la Filosofía, Historia de la Literatura General e Historia General
de América y especial del Perú.
Para fines
del siglo XIX la Facultad de Letras entregó 10 grados de Bachiller y Doctorado
durante la etapa laica del claustro, siendo digno de recordar los brillantes
chispazos de liberalismo que brotaron de las tesis de algunos graduandos,
aliado del vigoroso elemento conservador de la ciudad. Este movimiento liberal
se enraizó en el espíritu de los estudiantes y como recuerda José Gabriel Cosio:
“los últimos años del siglo XIX se caracterizan para la juventud universitaria y
para el medio intelectual del Cusco por su enorme agitación e inquietud”.
Se publica en
aquella fecha, el periódico “El Cuzco”, de corte anticlerical, combativo,
luchador y desafiante, las polémicas se encienden y la lucha religiosa está a
la orden del día.
Ya para
inicios del siglo XX se fue creando, no sólo en el ambiente universitario, sino
en la ciudad, el anhelo de un movimiento dirigido a cambiar a los directivos
del claustro y la docencia, a fin de transformar radicalmente la estructura de
la educación. Luis E. Valcárcel informa que, con tal objeto, Ángel Vega
Enríquez comenzaba a reunir en la redacción de su periódico “El Sol”, a varios
jóvenes que asimilaron el indigenismo y admitieron su influencia intelectual en
tal forma que fue formándose en núcleo de la huelga de 1909, que luego
integraría la “Escuela cusqueña”. (Valcárcel, Memorias, 145). Esta fue la
primera huelga universitaria de nuestra vida republicana, preparada en parte
fuera del claustro el 7 de mayo de 1909 (mucho antes que la de Córdoba en
Argentina).
Ya en el
gobierno del norteamericano Alberto A. Giesecke (1910), se fundó la Revista
Universitaria, órgano oficial del claustro antoniano que comenzó a publicarse
en 1912. Según Valcárcel, se interesó mucho por los indígenas y fue el primero
entre los maestros en llevar a los alumnos a las comunidades indígenas, donde
se educaba en la observación de aspectos particulares, “nos enseñó a observar
la realidad con actitud crítica” (Valcárcel, 9).
Los
catedráticos de la Facultad de Letras durante el gobierno de Giesecke, fueron:
- De Historia
de la Civilización y Sociología: Dr. José Gabriel Cosio.
- De
Estética, Historia del Arte y Pedagogía: Dr. Cosme Pacheco.
- De
Literatura Antigua y Moderna y, Literatura Castellana: Dr. Felipe S. Paredes.
- De Filosofía
e Historia de la Filosofía Antigua y Moderna: Dr. Alejandro Pacheco Concha.
En 1909, el
número de alumnos en la universidad fue de 101, luego en 1912 fue de 150 y en
1919 llegaron a ser 170. Cuando Giesecke deja la universidad en 1923, para asumir
la Dirección General de Enseñanza en Lima, el número de alumnos debió
aproximarse a 200.
Cuando el Dr.
Horacio A. Villanueva Urteaga ingresó como estudiante a la Facultad de Letras,
la universidad tenía como local sólo el hoy llamado central de la Plaza Mayor,
con instalaciones, aulas y oficinas muy modestas que servían a un alumnado
corto que pasaba ya de 200 estudiantes en todo el claustro, pero que al año
1941 aumentó hasta 780. Según Villanueva, “destacaba entre ellos en primer
lugar, el Dr. Alberto Delgado Díaz, quien había hecho ya larga historia
personal en el campo de las letras y la política. Profesor de Filosofía,
espontáneo e inteligente divulgador de las materias de su especialidad… ameno y
cautivante. También era amigo generoso y desinteresado, pues, compartía con sus
alumnos la lectura de sus libros de su rica biblioteca y hasta nos invitaba a
su casa… para comentar y discutir los temas de nuestro especial interés
intelectual… además de docente, Delgado fue un gran poeta.” (Villanueva,
184-185).
Otro gran
docente fue Luis Velazco Aragón, quien ingresó a la docencia universitaria en
1948, quien dio todo al servicio de un magisterio ejemplar, desarrollando cátedra
de peruanismo rotundo, a quien luego de jubilarse se le nombró como catedrático
emérito. De otro estilo pero igualmente distinguido fue Julián Santisteban
Ochoa, quien con apasionado fervor cusqueño dedicó su existencia al estudio de
temas que hasta entonces a nadie había preocupado: la Confederación
Perú-Boliviana y la historia de la Universidad del Cuzco. Historiador de
profesión y formación, escribió también sobre “Los Cronistas del Perú”, que
redactó para sus alumnos de la asignatura de Fuentes de la Historia. Como él
destacó también el Dr. Alfredo Yépez Miranda, profesor de Literatura, cuyo
aporte al indigenismo le dio meritorio reconocimiento.
Bibliografía
COSIO, José
Gabriel. La Universidad de San Antonio Abad del Cuzco. Somera sinopsis de su
Historia. En: Revista Universitaria. Año XXXIV. Nros. 88-89. Cuzco, 1945.
SANTISTEBAN
OCHOA, Julián. Algo de nuestra Historia sobre la Universidad. En: Revista
Letras. Nro. 1. Cuzco, 1948.
Documentos
para la Historia del Cuzco existentes en el Archivo General de Indias de
Sevilla. En: revista del Archivo Histórico del Cuzco. Nro. 11. Cuzco, 1963.
VALCÁRCEL, Daniel.
Libro de oposiciones de la Universidad de San Antonio Abad del Cuzco (siglo
XVIII). Lima, 1953.
VALCÁRCEL,
Luis E. Memorias. Lima, 1980.
VILLANUEVA
URTEAGA, Horacio. Fundación de la Universidad Nacional de San Antonio Abad.
Cusco, 1987.
Cuzco
Monumental. Cuzco, 1989.
[1] Se desarrollaría un año después la rebelión
organizada por el Sargento Mayor del Cusco, don Andrés Esteban Salas contra el
gobierno lo que no permitiría ocupar inmediatamente el mencionado local. El
militar aparentemente resentido porque fue retirado de la Columna de Vigilantes
del Cusco, aprisionó al Prefecto Torres, designan como nueva autoridad al Dr.
Narciso Aréstegui.
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